Dicen que Tomás Yarrington siempre se caracterizó por su oratoria desde que era estudiante, misma que hizo notar en el año 1999, cuando el 4 de febrero tenía cautivo a su público al tomar protesta como gobernador de Tamaulipas.
Con un discurso que trasmitía indignación ante las prácticas corruptas que se vivían a diario en el estado, aseveró que todo eso se acabaría. Sin embargo, años después nos daríamos cuenta que sus promesas en contra de los delincuentes eran una simulación.
“Trabajaremos todos para abatir el delito en Tamaulipas, trabajaremos todos para que en Tamaulipas no haya delito sin castigo”. La repetición de frases en sus discursos era muy utilizada para darle fuerza y énfasis a las ideas, la gente le creía, estaba en su momento, los ciudadanos lo ovacionaron en varias ocasiones.
Finalmente llegó al poder, y después de 18 años y dos meses fue detenido en Florencia, Italia acusado precisamente por lo que en tantas veces señaló y condenó; la delincuencia organizada y operaciones de procedencia ilícita.
El actual gobernador de militancia panista Francisco García, en su primer evento del lunes, se refirió a los ex gobernadores priistas: “cómo entender el grado de violencia, de impunidad, de corrupción, de malos manejos y de esta violencia desmedida que vivimos durante tantos años, si no fue con la complicidad precisamente de estos (los gobernadores priistas) que le hicieron daño a Tamaulipas”.
Muy probablemente tenga razón el gobernante si se tienen en cuenta que de 1999 al 2004 los secuestros se dispararon en la entidad, específicamente en la frontera. Organismos como el Centro Fronterizo y de Promoción de Derechos Humanos A.C (CEFPRODHAC) aportó estadísticas que indicaron 240 personas desaparecidas, que incluían secuestros. Asimismo, se dice que Yarrington permitió el crecimiento de los carteles más peligrosos de México: el Cartel del Golfo y los Zetas, desencadenando guerras sangrientas no solo dentro de Tamaulipas sino en otros estados.
Yarrington en su discurso al final de su administración informó que en seis años se incrementó en 173% los recursos destinados a la Seguridad Publica y a la administración de justicia. Cabe destacar que la rendición de cuentas debe ir más allá de informar números, debe hablarse de como ese aporte económico contribuyó a la disminución de la corrupción y los delitos, sin embargo, se limitó a hablar de inversiones que no tuvieron ningún impacto precisamente porque él tenía conocimiento del caos que había generado en el estado.
Sin duda Yarrington sabía cómo desenvolverse y lograr la confianza de la gente, misma que traicionaba cada que se hacía de oídos sordos y se ponía una venda en los ojos para cometer actos ilícitos. Fue uno de los políticos más sólidos que tenía Tamaulipas sin embargo, capitalizó su talento para traicionar no solo a quienes lo eligieron, sino a todo Tamaulipas, a su partido e incluso a el mismo.