El nombre de la excandidata presidencial Josefina Vázquez Mota ya está confirmado para competir en las elecciones del Estado de México.
Las encuestas la favorecen hasta hoy y es posible ver en las redes sociales y en sus encuentros con ciudadanos de a pie, el entusiasmo que su candidatura despierta entre quienes la reconocen como una mujer honesta y trabajadora y ratifican sus capacidades para hacer frente a los retos que enfrentan los mexiquenses.
Hoy observamos un giro estratégico decidido por la cúpula dirigente del partido tendiente y de los caudillos que insisten en anquilosarse en el poder.
En la ciudad de México, es posible ver cómo ya comenzó un éxodo notorio de políticos importantes del PRI que súbitamente han iniciado a todas luces una campaña de desprestigio y golpes bajos orquestados desde las oficinas del gobierno (federal, estatal y municipal) donde se despachan los boletines para la prensa y se dictan las columnas políticas, con el consiguiente “chayote”, para manipular a la opinión pública, tergiversando las más de las veces las declaraciones y entrevistas de la candidata.
Todo ello ha encendido los focos rojos y seguramente no tardaran en surgir encuestas amañadas, pues resulta evidente cómo un día sí y otro también, pretextando cualquier tema, se impulsa una campaña de desprestigio.
Quienes hoy ven a Josefina Vázquez Mota como la candidata que encabeza las encuestas, están buscando enlodar el proceso electoral cuando precisamente son ellos mismos quienes llevan años en la opacidad, sin demostrar de qué viven y de dónde provienen sus recursos.
Las acusaciones a Vázquez Mota se han desmitificado por la vía de la legalidad, sin embargo, resulta penoso que una panista que ha demostrado su honestidad y manejo pulcro de recursos en su paso por la Secretaría de Desarrollo Social, la Secretaría de Educación Pública o en la Cámara Federal de Diputados busque ser señalada por este tipo de acciones sin fundamentos.
El escenario político que se vislumbra para éste y el próximo año serán de extremo cuidado, pues cuando de adversarios políticos se trata, no titubean al hacer uso de ese tipo de prácticas que son el único mecanismo que conocen para ganar elecciones.
El estado de México necesita un cambio de gobierno y esta es la oportunidad para lograrlo con propuestas y acciones contundentes no con mecanismos deshonrosos que sin duda merman la calidad democrática de nuestro país y la credibilidad hacia la clase política.
Hasta que leo algo sin difamación hacia JVM, sin duda la próxima Gobernadora del Estado de México.
Una contrincante digna para Alfredo del Mazo , y nuestro partido. Es una candidata honesta, preparada, con un gran porte político, con ella si vale la pena competir, en cambio con la cucaracha solovina, es una vergüenza., Adelante josefina y que gane el mejor…