Paola Félix quien hasta hace unos días pertenecía a la bancada del Partido Verde, dio un salto a Morena y ahora es diputada federal por este partido. Para las elecciones de 2015 la legisladora fue postulada por el PRI y el Partido Verde en un distrito de Cuajimalpa y Álvaro Obregón y en aquella época, aseguran, fue Adrián Rubalcava ex delegado de Cuajimalpa y ahora diputado local del PRI quien la apoyo.
Se dice que el ex delegado desplegó en la zona a toda su gente para apoyar la candidatura de Paola, a pesar de que afirman que se la impusieron, sin embargo, tal parece que los problemas entre ellos dos ya habían comenzado desde diciembre cuando Rubalcava reclamó a Félix Díaz por no gestionar recursos para Cuajimalpa y en lugar de ello, ayudar a Chiapas.
La salida de Felix Díaz, quien ahora está en las filas de Andrés Manuel López Obrador, representa un dolor de cabeza para el diputado, quien considera a AMLO como el enemigo a vencer en 2018. Todo parece indicar que en el PRI los forman y posteriormente AMLO los cobija.
Por el lado contrario, frenar al PRI y al PAN es prioridad de Morena, pues las cosas no están marchando como lo esperaban en el cuartel de campaña de la candidata. Se dice que tuvieron que que detener su campaña y recluirse los principales colaboradores para trazar el rumbo a seguir en la campaña.
Al interior del equipo existe inquietud por los resultados de encuestas que dan ventaja al candidato del PRI, Alfredo del Mazo, y a la candidata del PAN Josefina Vázquez Mota, por lo que la estrategia que plantean para recuperar puntos es que exista una mayor presencia de Andrés Manuel López Obrador en la campaña, ya que la candidata Delfina Gómez por sí misma no parece repuntar.
La situación actual de los partidos políticos en México, en general, es crítica. Uno de los factores que podría explicar este descontento permanente en la incongruencia que estos han demostrado, sin una ideología definida (de derecha o de izquierda) que muchas veces termina por confundir al ciudadano.
Que sus miembros constantemente cambien de partidos sin consecuencias ni procesos le ha restado credibilidad a estas instituciones y esto explicaría la crisis por la que actualmente atraviesan. Los partidos suponen una ideología por tanto, sus miembros abanderan causas ideológicas muy definidas. Sin embargo, tal parece ser que los partidos no han sido el medio para abanderar causas, sino funjido como vehículos para llegar al poder y servirse de el.
Los mexicanos no consideran a los partidos políticos entre las primeras diez instituciones catalogadas como confiables, solo el 4% de la población mexicana confía e ellos y más del 50% dice no estar contentos con la democracia que hay en México. Actualmente hay un descredito que se puede atribuir principalmente a la crisis de la democracia representativa debido a que los ciudadanos no se sienten representados.
Ahora es el caso de Paola Felix, quien convenientemente encontró en Morena una oportunidad mucho más rentable, una acción no muy distinta a la que adoptó López Obrador en su momento al dejar las filas del PRI. Son este tipo de acciones donde se encuentra el principio de la desconfianza; cuando los ciudadanos no se sienten representados por la ineficacia de los partidos pero también por la incongruencia de sus miembros.