A pesar del desfalco a las finanzas públicas en la administración de Roberto Borge y del hundimiento de la confianza crediticia en la que mantenía el estado su administración. La calificadora Standard & Poor’s entidad de S&P Global Ratings, revisó la perspectiva de la calificación crediticia del Estado de Quintana Roo y la pasó de negativa a estable.
Al mismo tiempo, el riesgo crediticio de largo plazo tiene una escala nacional mxBBB. Esto quiere decir que el estado da un mensaje de certeza y de que evitará un deterioro en su posición de liquidez; a la que vez permitirá que el nivel de endeudamiento mantenga una tendencia a la baja en sus ingresos operativos durante 2018.
La firma asegura que aún podría subir la calificación de Quintana Roo en los próximos 12 a 18 meses si presenta un superávit en su inversión, pues reflejaría una mejora significativa en su liquidez.
Standard and Poors ve al estado en una espiral de dinamismo económico que ha superado el ritmo de crecimiento de la economía nacional, la calificadora cree que Quintana Roo al mando del gobernador Carlos Joaquín podrá revertir el deterioro fiscal registrado en los últimos dos años como resultado de una política de recaudación fiscal más rigurosa.
La firma recordó que, en septiembre de 2016, la nueva administración del Estado encabezada por Carlos Joaquín González es la primera administración diferente al Partido Revolucionario Institucional y su actuación tiene prudentes políticas financieras.