La primera visita de Angela Merkel a la Casa Blanca de la era Trump ha vivido un gran momento incómodo ante las cámaras de todo el mundo. Con los dos líderes sentados antes de iniciar la reunión y los flashes esperando captar el tradicional apretón de manos entre los dirigentes, tanto los fotógrafos como la canciller alemana se han quedado sin el esperado momento.
En un gesto inusual durante el minuto reservado a que los medios realicen instantáneas del encuentro, Trump ha ignorado por completo a Merkel, que en aras de cumplir con el protocolo y tras varias miradas, llega a preguntar al dirigente norteamericano si quiere darle la mano. La respuesta de Trump no ha sido otra que declinar el ofrecimiento de Merkel por omisión mientras daba pequeñas palmadas mirando a los lados.
La secuencia no ha tardado en hacerse viral por la importancia del gesto de Trump ante la dirigente europea más poderosa y que lideró las políticas europeas de acogida de refugiados, en contraste con el veto migratorio que Trump está intentando aprobar en Estados Unidos.
