Minutos antes de perpetrar la masacre en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, Salvador Ramos anunció sus intenciones a través de redes sociales, escribiendo en Facebook: “Voy a dispararle a una primaria”.
Así lo informó este miércoles el gobernador de Texas, Gregg Abbott.
Salvador Ramos, joven de 18 años, entró el martes a la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, y mató a 19 niños y dos maestras.
Primero escribió “Voy a dispararle a mi abuela” alrededor de 30 minutos antes de irrumpir en la escuela y el joven confirmó el hecho.
“Le disparé a mi abuela”
PUBLICÓ RAMOS
Ramos disparó en la frente a la abuela antes de partir a la escuela a perpetrar su matanza. La mujer se encuentra hospitalizada y hoy fue sometida a cirugía.
En conferencia de prensa un día después de los hechos, el gobernador texano dio algunos avances de la investigación.
Aclaró que hasta el momento no se tiene constancia de que Ramos tuviera antecedentes criminales o algún historial de delitos juveniles.
No tuvo una vida fácil
El diario The Washington Post habló con algunos de quienes fueron sus amigos, como Santos Valdez, quien iba con Ramos en la primaria.
Valdez dijo que solía jugar Fortnite y Call of Duty con Ramos, pero que de repente empezó a cambiar.
Tras verlo con cortes en toda la cara, Ramos le confesó que se cortaba con cuchillos “por diversión”.
En la escuela, su tartamudez y su fuerte seseo convirtió a Ramos en víctima de bullying.
Valdez dijo que hace alrededor de un año, Ramos publicó en redes sociales fotos de rifles automáticos, como su “lista de deseos”.
Días antes de la masacre subió fotos de dos rifles que compró por su cumpleaños 18. Una de ellas fue localizada en la escuela donde atacó el joven.
Nadia Reyes, compañera de secundaria de Ramos, señaló que éste publicó en Instagram videos donde se enfrentaba a su madre de forma muy agresiva.
En los últimos años, sus amigos se alejaron más de él por sus reacciones violentas, tanto con personas cercanas como con desconocidos.
Problema de salud mental
Abbott reveló que mantuvo reuniones con representantes policiacos, líderes locales y otros miembros de la comunidad, para tratar de discernir la situación.
Aseguró que la mayoría de las personas consultadas coincidieron en que se trata de un problema de salud mental.
Exhortó a la ciudadanía a acercarse a los distintos canales de ayuda para personas con problemas de salud mental.
Además, prometió más apoyo de su gobierno a las instancias dedicadas a estas cuestiones, como una forma de prevenir posibles actos de violencia armada.
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