Moscú considera que con la ojiva se omiten obligaciones del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares; el modelo se producirá en serie para 2020.
La bomba termonuclear B61-12 pasó su primera prueba aérea luego de ser lanzada sin carga desde un avión de combate F-16 en un polígono en el estado de Nevada.
Estados Unidos decidió seguir adelante con el proceso de producción de la nueva y modificada ojiva nuclear, pese a que Rusia advirtió el mes pasado que los países que participan en misiones nucleares de la OTAN omiten obligaciones del tratado de no proliferación.
El director del Departamento de No Proliferación y Control de Armas de la Cancillería rusa, Mijaíl Uliánov, explicó que las características de la B61-12 “hacen aumentar latentación de emplearla”, de acuerdo con RT.
La nueva adición al arsenal estadounidense es una modificación al diseño de la bomba nuclear B61, con una cola particular que la hace más manejable y precisa y permite realizar lanzamientos desde gran altura.
Desde 2015 comenzaron las pruebas de este nuevo modelo, que se espera producir en serie para 2020, cuando la nueva arma podrá sustituir los modelos anteriores de esta bomba en las bases de EU en Europa.
El lanzamiento de práctica, que tuvo lugar el 14 de marzo, no se había dado a conocer hasta ahora; tenía el objetivo de “demostrar la capacidad de la aeronave para lanzar municiones y comprobar el funcionamiento de los componentes no nucleares de la bomba”, de acuerdo con el comunicado de la base aérea Robins.
Fuente: Aristegui
