El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha abolido la protección del derecho al aborto, por lo que cada estado podrá decidir si mantiene o prohíbe este derecho reproductivo.
La sentencia conocida como “Roe versus Wade“, formada en 1973 a modelo de proteger el derecho a la interrupción del embarazo en todo EE.UU. ha sido anulada, así como “Planned Parenthood versus Casey“, creada en 1992.
Y es que el fallo anuncia que la Constitución no puede otorgar el derecho al aborto, regresándole ese “poder” a legislar sobre el aborto al pueblo y sus representantes electos.
“Es el momento de acatar la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes electos de los ciudadanos”, dice literalmente el fallo redactado por el juez Samuel Alito en una frase que ya recogía también su borrador, filtrado a los medios en mayo.
Ahora el territorio de Estados Unidos se dividirá en dos, entre los estados que harán ilegal el aborto y quienes permitirán que siga el derecho a la interrupción legal del embarazo.
De entrada, lugares como Texas, Oklahoma y Utah, entre otros ya tienen legislaciones preparadas para restringir el aborto en dichas entidades. En los próximos días, autoridades locales irán definiendo el panorama estado por estado para definir el nuevo mapa con dicha legislación para el país.
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