Este fin de semana se celebró Crufts, el concurso canino más importante del mundo.
Este año, el ganador fue un American Cocker Spaniel llamado “Afterglow Miami Ink”. Para internet, sin embargo, el verdadero triunfador fue un Jack Russell llamado Olly.
El concurso premia tanto el aspecto como la agilidad de los perros. Pero Olly tenía otros planes. Olly había venido a pasarlo bien.
Desde el primer momento quedó claro que el perro, que fue rescatado cuando tenía 10 meses, estabademasiado feliz por estar ahí como para poder concentrarse en el circuito de agilidad.
En su primer salto, calculó mal la distancia, se llevó por delante el obstáculo y acabó aterrizando con la cara en el suelo. El público contuvo el aliento. Pero él se levantó como si nada y siguió haciendo, básicamente, lo que le dio la gana.