El encargado de limpieza encontró un truco brillante para que las chicas abandonen al instante esa práctica.
Las alumnas de este colegio usaban el espejo del baño para sacarse fotos. Y tenían una costumbre muy particular: llenarlo de “besos”, con lapiz de labio. Esto, por supuesto, era un incordio para el encargado de limpieza del colegio, que todos los días tenía que encargarse de sacar estas manchas.
Para tratar de evitarlo, habló con la directora para pedirle que las chicas dejen de hacerlo. ¿El resultado? Al otro día tuvo EL DOBLE de marcas en el espejo.
Para terminar con esta práctica, el conserje ideo una ingeniosa solución para darles un escarmiento a las chicas.
El intendente realizo una demostración del método que utiliza para limpiar los espejos en presencia de las alumnas. El intendente mojo e limpiador en el inodoro y con eso limpió el labial de las chicas. Una forma brillante de evitar que las, ahora asqueadas, chicas vuelvan a besar el espejo.
¿Qué les pareció esta idea?