“Será un partidazo”, augura Neymar sobre la visita del PSG al Camp Nou. El brasileño fue una excepción en París, uno de los escasos jugadores del Barcelona que no dimitió e intentó mantener el nivel en la peor actuación colectiva de la era Luis Enrique. Y ahora se propone como un factor determinante para intentar una remontada milagrosa. Puesto que el Barça necesitará capacidad de desborde contra la política de contención que supuestamente aplicará Unai Emery, la responsabilidad de Neymar se acrecienta. Él es el desborde en persona, el que ha heredado los genes de los grandes gambeteadores brasileños, el futbolista que ha protagonizado más regates esta temporada tanto en las grandes ligas europeas como en la Champions League.
“Esta siendo mi mejor temporada aquí a nivel individual”, valoró el delantero el sábado, después de partido contra el Celta. Había vuelto a volar. Su movilidad obligó a Berizzo a retocar varias veces los mecanismos defensivos de su equipo, pero no pudo evitar una goleada. Neymar protagonizó 11 regates, récord en el campeonato actual. El porcentaje de éxito del jugador en esta acción técnica, que diferencia al futbolista imaginativo y creativo del resto, se aproxima al 65%